Trabajadora Social y Madre Soltera de Tres Adolescentes

Por Rosa Zavala, Gerente del Programa de Consejería de Abuso Infantil

21 Octubre, 2020

     

(Rosa Zavala con sus 3 hijos.)

Atravesar por una situación de abuso sexual puede ser extremadamente difícil. Es por esto que nos inspiramos a escribir esta sección de blogs en español, para informar a sobrevivientes, padres y familiares en cómo apoyar en estos momentos de angustia e incertidumbre a su ser querido. También por medio de estos blogs ustedes tendrán la oportunidad de conocer un poco más de la historia y trayectoria de algunas de las personas que trabajamos aquí en el centro. Esta semana conocerán un poco mas sobre Rosa, la gerente del programa de consejería de abuso infantil. 

Que tal amigos de habla hispana; bienvenidos a la nueva era de comunicación digital. Mi nombre es Rosa Zavala y soy orgullosamente madre soltera de tres adolescentes. Jamás imaginé que pasaría por la crisis de una pandemia, así como tampoco imaginé que me tocaría criar a mis tres niños sola. Cuando atravesé por la situación de violencia intrafamiliar (también conocida como violencia doméstica) tuve que verdaderamente analizar el tipo de crianza que quería para mis niños. Pensé que si quería que mis niños fueran a la universidad, no habría mejor forma que darles el ejemplo. Al principio me sentía sola y tenía vergüenza de pedir ayuda. Dejando los prejuicios a un lado, me armé de valor y le conté mi situación a una trabajadora social. Con el empujoncito de ella y una de sus compañeras, tomé la decisión de regresar a la escuela. Después del tercer semestre en MPC (Monterey Peninsula College), me encontré con la necesidad de proveerles a mis niños un hogar estable. Con esto en mente me transferí  a la Universidad de Monterey (California State University of Monterey Bay), así mataba dos pájaros de una pedrada; tener un lugar  donde vivir en la universidad y  seguir una carrera en el área de trabajo social. 

Inmigre a los Estados Unidos  de México ya de grande y por lo tanto mi inglés no estaba al 100.  Sin embargo, eso no me detuvo. Tenía bien claro que quería un trabajo de lunes a viernes, de ocho de la mañana a cinco de la tarde, así podría yo llevar y recoger  a mis niños de la escuela. Esta época fue muy difícil para mí. Me levantaba temprano para atender a los niños, llevarlos a la escuela e irme a clases. Por la tarde pasaba por ellos al programa después de clases, y de ahí  a la casa para hacer de comer, limpiar, ayudarles con las tareas, bañarlos y ponerlos a dormir.  Después de todo esto, es  que yo podía hacer mi tarea e irme a descansar para comenzar con mi rutina al día siguiente. Mientras estaba en la universidad, hice mi servicio social con el departamento de protección de menores (Child Protective Services) y me encantó.  Allí tuve la oportunidad de ver cómo trabaja el sistema de bienestar familiar, desde cómo tomar una llamada de emergencia hasta acudir a audiencias familiares en la corte. 

Como decimos en México, “a gritos y sombrerazos” (por lo difícil de los horarios), me gradué de la universidad e inmediatamente me puse a buscar trabajo. Una de mis pasiones siempre ha sido trabajar con niños que han sufrido algún tipo de abuso infantil y la otra es trabajar con personas que están pasando por la violencia intrafamiliar. Tuve la dicha de trabajar para el Condado de Monterey como trabajadora social por casi un año. De ahí tuve la fortuna de llegar a esta agencia (Monterey County Rape Crisis Center), donde he trabajado por casi trece años. Primero como educadora del programa de prevención de abuso infantil, donde hacia presentaciones a niños de primero, tercero y sexto en escuelas primarias.  Les enseñaba lo que era una buena caricia y una caricia inapropiada. Les decía que su cuerpo es de ellos y que nadie los puede tocar de una manera que a ellos no les guste. Les hablaba sobre que hacer si alguien los maltrata y siempre enseñándoles que ellos no tienen la culpa si alguien los lastima. 

También hacía presentaciones a padres de familia compartiendo la misma información. Hablandoles sobre el abuso infantil. Durante mi tiempo aquí en el centro de crisis fui parte del comienzo en la oficina de Salinas, la cual comenzamos con solo tres empleados. Después con los programas de prevención crecimos a cinco. Ahora con el programa CHAT (child abuse treatment) el cual provee consejería gratuita a niños que han atravesado por un trauma o abuso infantil, somos casi quince miembros del personal. En esta posición que tengo ahora como coordinadora del programa CHAT, he tenido la dicha de seguir trabajando con niños y sus familias.” 

Aqui en el centro de crisis tambien ofrecemos consejería gratuita a padres de sobrevivientes de abuso sexual y sus seres queridos. Nuestra meta es recordarles que no están solos, estamos aquí para apoyarles. Es por esto que tenemos esta sección de blogs en español para informarles en cómo apoyar a sus seres queridos en estos momentos tan difíciles. Aquí, les hablaremos del proceso emocional, criminal y les daremos información de los diferentes programas disponibles en nuestra comunidad, entre otros temas. Por favor les invito a mantenerse pendientes a nuestro próximo blog.